El país del "¿qué hubiera pasado si...?" tiene millones de habitantes en el deporte. San Martín se convirtió en uno más tras el empate 2-2 con Sportivo Belgrano en San Francisco y quedarse afuera de la definición del segundo y último ascenso a la B Nacional.
La victoria global del equipo local y de acceso a la final es indiscutida. Pero en este partido, el equipo de Carlos Roldán empezó bien, presionando e incomodando a los jugadores más desequilibrantes del rival como Juan Pablo Francia o Juan Manuel Aróstegui. De su lado, los carrileros incomodaban y Gustavo Ibáñez se había transformado en un problema para la defensa local. Una postura básica para un equipo que debía ganar por tres goles para pasar.
Los deberes estaban encaminados hacia la primera meta: hacer un gol antes del descanso, algo que no sólo no llegaría sino que el que lo conseguiría sería el conjunto cordobés. Y qué gol... Un tímido centro de Ezequiel Barrionuevo se desvió en el cuerpo de Gonzalo Cáceres y, pidiendo permiso, ingresó en el arco de Gonzalo Ojeda. El golpe fue duro y era claro por qué: el plan de batalla se había desbaratado por completo.
No es que la ofensiva local había estado ausente hasta allí pero de alguna manera, el "santo" había logrado impedir ese gol que nadie quería. En el complemento y con una asistencia de Esteban Goicoechea a Luis Silba, San Martín logró el empate y allí fue cuando vino la pregunta: ¿qué hubiera pasado si la carambola del primer gol no hubiese sido tal? Quizás el complemento no hubiese estado de más.
Sportivo manejó la ventaja que consiguió en Tucumán (en realidad lo hizo casi todo el partido), le cedió el terreno a San Martín para que haga el gasto en busca de lo que parecía imposible. El dudoso gol de Aróstegui (¿offside?) y el empate final de Facundo Ermini, de penal, no sirvieron de mucho, solo para seguir preguntándose: ¿qué hubiera pasado si...?
Las dos claves
El inicio del partido para San Martín tuvo todo lo que Roldán pretendía menos el gol. Ponerse arriba bien temprano hubiese asustado al local que finalmente, con el arco invicto, consiguió el primer tanto de carambola.
Pese a la buena actuación, clasificar era una verdadera quimera. El 0-2 de local dejó todo muy cuesta arriba y casi se podría decir que el pase a la final se le escapó en Ciudadela, donde debería hacerse más fuerte.